¡Zorras hambrientas de semen y 144 corridas! Esta recopilación de zorras hambrientas de semen pasa ante tus ojos como una combinación de una experiencia cercana a la muerte y un sueño húmedo. A ver si puedes disfrutar de todas ellas, ¡nosotros que no puedes pasar de las 20 primeras sin lanzar tu carga!
En esta primera escena de una de las películas más pegajosas del mundo, se tiran cubos de semen al contenedor. Con las bocas bien abiertas y llenas de semen, cada una muestra su capacidad de compactar semen en la garganta.
Bótalo, rocíalo, salpícalo... a estas zorras babosas no les importa cómo lo hagas, siempre que tengan la oportunidad de bebérselo antes de que te vayas. Su mayor miedo es que les hagas escupirlo.
Negras, blancas o latinas, asiáticas, africanas o americanas, a todas y cada una de estas dianas internacionales les encanta el semen, independientemente de su origen étnico o cultural. Esta escena es como un anuncio de Benetton para tragar semen.
Ahora la película se pone un poco seria, cuando lo mejor de lo mejor sale a escena. Puedes ver cómo la flor y nata de la cosecha llega a la cima cuando una chica preciosa tras otra mantiene la boca abierta y te mira a los ojos mientras eyaculas en sus fauces abiertas.
Casi todas estas zorras descuidadas utilizan sólo la boca y las manos. También hay algunas tramposas, como la puta pelirroja de este vídeo, que se tumba para que su hombre pueda follarle las tetas. ¡A veces, hacer trampas puede ser algo bueno!
En una película en la que aparecen casi 80 mujeres, realmente dice mucho de la chupapollas negra Kitten que haya podido destacar entre la multitud por su dinámica ética de trabajo y su incansable garganta. ¡Descárgate este vídeo y descubre por qué es tan especial!
Ahora, casi 70 cargas en esta película te harán sentir como si estuvieras sobrecargado, pero verás en esta escena que estas chicas nunca se sienten sobrecargadas, ni siquiera cuando el esperma rebosa por todos los agujeros de sus cuerpos. ¡Eso es lo que te convierte a ti en un hombre y a ellas en putas despreciables!
Por último, como el helado al final de una gran comida, estas zorras suplican ese último chorro de nata montada para que todo el plato sea más dulce. ¡Es tu última oportunidad de dejarles algo especial a tu gusto!