La guionista y directora Jill Kelly ha creado otro conmovedor vídeo sexual, demostrando una vez más que tiene uno de los ojos eróticos más perspicaces que existen. Aunque sus dotes de guionista dejan un poco que desear, cuando la cosa se pone sexual, pocos saben captar mejor la esencia erótica de una mujer deseosa en celo.
Ya desde el principio se nota que esta película va a ser genial. Tabitha brilla de principio a fin en esta escena, ya que el suave resplandor de la iluminación se ve contrarrestado por la acción hardcore de su coprotagonista, que intenta meterle hasta el último centímetro de su vara.
La dulce seductora Haven también brilla, mostrando sus apetitosas curvas mientras lleva a su compañero a un clímax decadente. Se nota que cuando ella consigue que se corra, él ya no sabe dónde está y le importa un bledo si ella también se corre o no.
La mejor escena probablemente pertenezca a la deliciosa Monica Mayhem, que trata a su hombre con una bofetada abrasadora que nunca se detiene. Los gritos de Monica pidiendo más y su energía y actitud llevan este vídeo a cotas eróticas inimaginables.
La mayor parte de la acción tiene lugar en la misma habitación teñida de rosa, pero de todos modos no pasarás mucho tiempo mirando el paisaje. Esto es hardcore puro y duro, con énfasis en la acción. Los fans de las bellezas rubias agresivas querrán poner ésta entre las primeras de sus listas de deseos.
Con el fuego ardiendo y el humo saliendo por la chimenea, ¡este tren desbocado de pasión erótica se descarrila! Sexo en grupo con magníficas modelos compartiendo sus pollas y las de sus coprotagonistas ante nuestras cámaras... ¡todo para ti!
Esta vez, Jill ha reunido a un elenco lleno de algunos de los talentos más excitantes de la escena actual y los ha emparejado con una serie de sementales experimentados en escenas de puro abandono sensual. Clips extra como éste te demuestran que tuvieron más sexo del que cabía.
Les decíamos una y otra vez que íbamos a apagar las luces y a empezar a guardar las cámaras, pero estos cabrones cachondos no paraban por ningún motivo. Habrían seguido follando durante semanas si no hubiéramos encontrado la forma de hacer que se marcharan todos.
Finalmente, tras horas y horas de filmar a estos duraderos gilipollas siendo follados y chupados sin descanso, había que detener el maratón... aunque ello supusiera activar el sistema de aspersores del panel de alarma contra incendios para empapar a estas zorras y enfriar la sala.